jueves, 8 de diciembre de 2016

No permitas que te den menos de lo que te mereces

Que te traten bien, dándote los buenos días, junto a sus mejores noches. Que te trate como a nadie, sin dar la espalda a todos, porque ser parte de algo, no implica dejar de ser parte de ti. Que te coja de la mano sin importar cuando, donde, ni porque. Que aproveche cada segundo a tu lado, aunque haya silencio, ya que las mejores cosas, se dicen con una simple mirada. Que te hable al oído, porque lo que importa, no es lo que piense el mundo, si no lo que piensen ustedes. Que no necesite publicar mil fotos en sus redes sociales, solo guardar vuestras fotos como un gran tesoro. Que sin necesidad, le apetezca compartir contigo, hasta como se siente después de un mal día, sin necesidad de preguntas, como si fueses su pequeño diario, al cual contarle todo con completa confianza. Que te haga sentir especial, importante, aunque tu ya sepas que lo eres. Que por muchas locuras que hagas no te mire de manera rara, y es mucho mejor si además de reírse con ellas, las potencia con su apoyo. Que respete tu vida tal y como la encontró, sin intención de cambiarla, salvo que sea tu propia decisión. Que acepte a tu entorno le guste más o menos, pero jamás podremos negar que nos gusta cuando se esfuerzan por incluirse en nuestros planes, o animarnos a hacerlos. Que te quieran con ropa, pero también quitandotela, a pesar del paso de los años. Que quieran tus virtudes, pero que ámen tus defectos. Que les ilusione tu sonrisa, pero sean capaces de secar tus lagrimas. Que te den tranquilidad, hasta en los más difíciles momentos. Que en un mal día, lo que necesite es que te escondas entre sus brazos, sin necesidad de palabras, igual que tu harías en su lugar. Que te recuerde como una canción, esa canción que jamás pasara de moda en su mundo, esa canción que suena a hogar. Que delante del mundo sea capaz de dar la cara por ti, y en privado sepa ponerte los puntos sobre las íes. Que no tenga la necesidad de estar contigo, para sentirse cerca de ti.




lunes, 11 de julio de 2016

No al área de confort

Hay momentos en los que deberíamos pararnos a pensar... ¿realmente debo dejar esto de lado, para hacer esto otro? ¿Merece la pena esforzarme tanto en esto? Muchas veces descubriríamos, que quizás, estamos gastando más de lo que debemos, sin guardar nada, y luego pensamos que deberíamos haber hecho más en otros aspectos. En ocasiones nos dejamos ilusionar por el envoltorio de las cosas, y no miramos lo que realmente ganamos o perdemos con ello. Ahora pienso que tendríamos que vivir con más intensidad, pero sin cortarnos las alas, para todo hay tiempo, y si realmente vale la pena, se puede hacer en otro momento. Si algo nos gusta y no tiene brillo, vamos a ponerle purpurina, o luces de navidad, vamos a vivir con ilusión, y sin limites, ¡ya y ahora! Sin prisas, pero sin pausas.


viernes, 9 de octubre de 2015

El tiempo

Dicen que el tiempo todo lo cura, y que pone todo en su sitio, pero... ¿y si no encuentras los motivos para hacer o dejar de hacer? Simplemente eres un barco sin rumbo, un edificio de una calle cualquiera sin número, formas parte de todo y de nada a la vez. Comienzas a sobrevivir, más que a vivir, ¿y entonces que debes hacer? ¿Detenerte, respirar y plantearte las cosas? ¿O seguir como una bicicleta sin frenos hasta chocar contra algo?

Hay que tener en cuenta que ante la opción de pararse y pensar, seguramente encuentres cosas que no te hagan sentir mejor, recuerdes momentos, personas, lugares, que ya no volverán a tu vida, y la sensación de vació aumente por momentos, pero... Dicen que para levantarse, hay que saber caer, entonces quizás ese posible mal rato, y la nostalgia de ese momento, valga la pena, para coger impulso y saltar un poco más alto. ¿Por qué no? Quizás sea bueno poner en práctica eso de... "Sin prisa, pero sin pausa".



Petición de Dolores Maeso.